A menudo oímos hablar de las cámaras térmicas y no sabemos su valor, y nos preguntamos para qué sirven. ¿Es un requisito el uso de estos dispositivos? A continuación: las respuestas que quieres escuchar.
La utilidad de una cámara termográfica
En la época de la Guerra de Corea, las cámaras térmicas estaban destinadas a los militares. Sin embargo, hoy en día se han modificado para una serie de usos comerciales. Estos dispositivos se utilizan para localizar objetos radiantes, ya sean visibles o invisibles. Hoy en día, los expertos en construcción utilizan cámaras de imagen térmica para detectar defectos de aislamiento, agua y dispersión de fluidos de transferencia de calor. Este tipo de dispositivo puede utilizarse para casi cualquier obra de construcción. Además de las ventajas que aportan las cámaras termográficas, también son fáciles de manejar y eficaces, ya sea de noche o de día, gracias a las vistas de alto contraste que incorporan. Estas cámaras también tienen un mayor alcance que las cámaras simples. No les molesta la niebla y son casi insensibles al nivel de iluminación exterior.
El coste de este dispositivo
Al igual que otras herramientas, el precio de la cámara térmica depende de la elección del modo, del tamaño y del uso que le vayas a dar. En efecto, si tiene una casa o un apartamento pequeño, lo único que necesita es una cámara termográfica que le permita controlar los puentes térmicos para garantizar y evitar cualquier fuga de agua. Para un uso óptimo, puede contar con un presupuesto de entre 100 y 700 euros. También hay que tener en cuenta que algunas cámaras termográficas están hechas sólo para smartphones como la Steak o la Flir One. Estas cámaras térmicas son buenas para el uso personal. Sólo tiene que utilizar su teléfono para ver y grabar fotos y vídeos de visión térmica. ¿No es la tecnología excepcional?